Hace
seis meses que publiqué mi primera novela en Amazon, y tanto mi
visión como mi opinión siguen siendo las de un neófito. Esta
entrada complementa a la anterior. Las escribo teniendo en mente
algunas malas experiencias.
El
título del post es algo ambiguo, pero hay una serie de cuestiones
transversales que quería meter en el mismo saco. Son tonterías y no
son tonterías en el sentido de que muchas veces damos por sentado
que determinados aspectos significan tal o cual cosa.
Las
cuestiones que planteo son muy sencillas: ¿cómo saber qué no me
van a estafar al comprar un libro electrónico? ¿cómo saber qué
contiene lo que reflejan título y sinopsis?
Lee una muestra antes de comprar
En
una librería tienes la oportunidad de descubrir un libro y ojearlo
antes de llevártelo a casa, aunque también puedes ir a tiro hecho
porque te lo han recomendado o has oído/leído buenas críticas. El
problema de muchas tiendas digitales es que ni siquiera ofrecen una
muestra del libro electrónico. En otras como Google Books o
Amazon.com podemos leer un fragmento lo suficientemente amplio como
para diferenciar el buen estilo de la premura, el duro trabajo de
investigación del copia y pega.
Pero
seamos sinceros: ¿sabemos lo que vamos a comprar antes de llegar a
la tienda? A veces nos lanzamos a la aventura; otras aprovechamos una
oferta o nos dejamos guiar por las opiniones. ¿Qué necesitamos en
ese momento calidad o bajo precio, descubrir o tener en común,
pensar o no pensar, cubrir una necesidad o simplemente la sensación
de que salimos ganando? Las expectativas son tan personales e
intransferibles como las opiniones, de ahí la importancia de probar
antes de comprar.
El precio no es indicativo de nada
En
la mayoría de los casos, si no en todos, es el autor quien decide el
precio de su obra. Establece su beneficio por encima del valor mínimo
que fija la plataforma. No es lo mismo una tienda a secas que una
entidad cuyos servicios se asemejan a los servicios que presta una
editorial tradicional. Al margen de esto podemos encontrar autores
noveles que venden más caro que autores consagrados. Como resultado, no hay
criterios que orienten al usuario.
A
veces un precio superior a la media tiene que ve con el hecho de que el autor ha pagado un servicio de edición, corrección, maquetación o diseño de portada. Otras se debe simplemente al tamaño del archivo, es
decir, a que la obra incluye imágenes, gráficos, tablas, etc.
Como resultado, detrás de un precio de 4, 5 o 10 euros tiene por qué haber un contenido de mayor calidad o una mayor inversión de tiempo y esfuerzo que detrás de un precio de 2 euros.
Las cifras de ventas son sólo datos
Las
tiendas digitales no suelen ofrecer información sobre el número de
ejemplares vendidos, si bien, desde el punto de vista más básico
posible, un elevado volumen de ventas sólo refleja que la obra ha
sido comprada por un gran número de personas.
Con
independencia del formato lo cierto es que los libros son a veces
como los programas de televisión, en el sentido de que las cifras de
ventas son equiparables a los índices de audiencia. Y aunque no somos conscientes de ello las 24 horas del día (ni siquiera todos los días), tanto uno como otro tienen que ver antes con la
publicidad, el momento y las "modas" que con los gustos y la calidad. Tod@s lo sabemos.
No delegues tu responsabilidad
Escribir
es como hablar: piensas que lo que escribes merece la pena pero
puede que el resto de la humanidad no opine lo mismo. Lo contrario de
escribir no es leer, sino copiar y pegar contenido ajeno. El que un
libro esté disponible para la compra no es garantía de nada. Si
consideras que el contenido no es original corre la voz.
Implícate,
porque detrás de ti vendrá alguien como tú. Incluso puede que mañana sea tu obra la que han plagiado.
Gustos, fraude y calidad
Los
lectores podemos sentirnos defraudados cuando la calidad del producto
no es la que esperábamos inicialmente, o cuando simplemente no es. Con todo, una cosa son los gustos personales y otra muy distinta la calidad del producto. A su vez, aunque en muchos casos puedan parecer lo mismo, es importante
distinguir entre el fraude y la decepción. Contra el fraude sólo
cabe la denuncia, mientras que la decepción implica la posibilidad
de reflexionar y compartir los motivos por los cuales nos sentimos
decepcionados.
Te
lo dice un autor: no hay nada como una buena crítica constructiva a
tiempo. Incluso ahí, donde más duela. La cuestión es, ¿por qué
no nos molestamos en hacerlo? Las plataformas tienen su sección de opiniones y, mucho más grave, los autores ofrecen sus correos electrónicos para cualquier tipo de comunicación.
¿Qué consecuencias puede tener esa falta de feedback o simplemente de contacto, de trato de tu a tu? Pondré el ejemplo de la primera edición de mi novela. En ella había aspectos muy mejorables, de modo que si ahora quisiera compensar a aquellos compradores digamos con un ejemplar de la segunda edición, podría perderme en una espiral de preguntas. Porque, tú como lector ¿pasas por alto ciertos fallos o corres la voz para que otr@s no compren esa obra?
¿Qué consecuencias puede tener esa falta de feedback o simplemente de contacto, de trato de tu a tu? Pondré el ejemplo de la primera edición de mi novela. En ella había aspectos muy mejorables, de modo que si ahora quisiera compensar a aquellos compradores digamos con un ejemplar de la segunda edición, podría perderme en una espiral de preguntas. Porque, tú como lector ¿pasas por alto ciertos fallos o corres la voz para que otr@s no compren esa obra?
En fin Serafín.
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